miércoles, 17 de diciembre de 2008

no es un cuento.

Fue el chamán de la comunidad quien le dijo que el nombre elegido debía hacer honor a la característica que guiara sus pasos, por lo que no pudo ser de otra manera, tanta fortaleza solo podria atraer a los buenos espíritus.
Inspiró por primera vez y su padre ya sabia que, a ella, la llamarian Esperanza. El eco de su llanto, inalterable en su primera noche de vida, auguraba una larga exitencia, un derroche de energia que mantuvo hasta el final de sus dias.
Pasaron los años llenos de esperanza y vacios de todo lo demás. Su vida no fue más que un reflejo del camino que debia recorrer a diario; largo y escarpado, casi impracticable. Un laberinto de dificultades, sin posibilidad de cambio porque solo transitarlo fue agotando la virtud con la que la vieron nacer.
Tanta injusticia la venció, hasta el punto que en los ultimos tiempos ya no podia recordar su nombre. Lo descubrió la ultima noche que el eco de su llantó sonó.Cuando alguien le preguntó como debian llamarla, entonces ella se mantuvo inmovil y recordó que un día le contaron que su nombre hacia honor a algo inalterable en su vida que marcó su destino más allá de cualquier circunstancia...
En un segundo pudo visualizarlo, fruto de la suerte con la vino a nacer; mujer indígena y campesina del Sur.

Llámame Pobreza, contestó.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Andando.


  Si os cuento que el viaje se ha desollado como el inicio de una vida podriais pensar que exagero y puede ser, puede que aun no mida con objetividad el tiempo transcurrido en Nicaragua.Aún no ha pasado un dia sin que mi mente atraviese el atlantico para volver a esa tierra. Quedan tanto que ordenar, tantas vivencias que analizar, tantos porqués perdidos.

 La llegada, una vida por descubrir. Miles de sensaciones nuevas, estimulos y percepciones indescriptibles; dias en los que todo lo quieres tocar, oler, saborear, en el que tus sentidos se pierden en explorar todo  lo atractivo y novedoso del pais.

 Todo parece un sueño, en este momento no puedes analizar ninguna cirsunstancia, te pierdes en explorar y absorber todo lo que se mueve cerca ti ...

 Viajas protegido; de la mano de la organización desciendes en una comunidad campesina, un entorno natural voluptuoso, lleno de humedad y calor, paraisos terrenales en los que se desarrollan hazañas heroicas de un pueblo.

 Te hablan del proceso revolucionario, la organización comunitaria, los miles de proyectos empezados, la esperanzas  y sueños.Todo parece maravilloso, auguras un futuro prometedor fruto de tanto esfuerzo.

 Descubres el “Yo si puedo” y cómo los jovenes del país, borrachos del sentimiento revolucionario, se desplazan a la zonas rurales para descender los niveles del analfabetismo al 12%. Todo despues de la lucha armada de un pueblo que  destituyó una dictadura que le oprimió durante  más de 40 años.

  Cómo la lucha por la igualdad la ganaron hombres y mujeres.  Cuando la necesidad les obligó a verse como iguales, cuando los roles sociales desaparecen ante la necesidad de unirse en la lucha, cuando solo se tenian en cuenta las capacidades y no el cuerpo que las desarrollaba.

   Percibes el sentimiento de pertenencia a la comunidad; saben que a la injusticia solo se hace frente manteniendose unidos, se necesitan. La revolución enseña a confiar en el que tienes al  lado.

   De repente,un día, en un segundo despiertas; no sabes porque pero algo cambia, te haces miles de preguntas a las que no encuentras respuestas, ves más alla de lo que te muestran, la desconfianza y el desasosiego te invaden. Te revelas ante la realidad, pero toda esa rabia es en vano, no puedes canalizarla. ¿Cómo no te diste cuenta?... será que estas creciendo que ahora empiezas a analizar la realidad y no te gusta, te decepciona.La pobreza y la falta de oportunidades ensucia ese sentimiento romantico que envuelve cualquier revolución.

 Te das cuenta que no todas la comunidades campesinas son autosuficientes, ni cuentan con grandes proyectos muchos de ellos exportados por ONG.

   Que las mujeres siguen sometidas, que depués de los años de lucha el reparto de responsabilidades y cuotas de poder fue injusto, Tan facil como quitarse del medio a la mitad de la población arrastrando a la mujer de nuevo al plano doméstico.

   Que la educación hoy, otra vez, no llega o todos o mejor dicho a muy pocos.

   Que el espiritu revolucionario conlleva secuelas irreperables en los cuerpos y mentes de muchos nicas. Que ese mismo sentimiento desapareció en muchos dirigentes que se vendieron, que vendieron la vida de sus compañeras de batallas por un puñado de votos. Aboliendo la ley que las protegia ante cualquier problema durante la gestación.

Si, en Nicaragua una mujer no puede recibir tratamiento médico durante el embarazo si esto supone un riesgo para el feto, aunque esto condene a muerte a ambos.Que moral tan ferrea presumen las diputadas que se condenan a muerte, a ellas mismas o a sus familiares. Yo que confio en Daniel se que el nunca permetiria que ninguna de las mujeres de su familia abortara. Antes muerta¡¡¡

  Pero el tiempo pasa y esperas madurar  los sentimientos , apaciguar el espiritu, y poder  verlo todo un poco más claro, asumir la realidad, encontrar respuestas, aunque estas no sean  las deseadas, pero al fin y al cabo respuestas. Eres consciente que no eres libre, que no puedes escapar de tus raices, de lo que  te trajo a este nuevo mundo, que arrastras mucha carga, intentas desligarte de tus experiencias pasadas pero pesan tanto...

 Sin querer comparas realidades  y no percibes que aquí la gente sea mucho más infeliz que donde vienes, que no son más pobres por tener menos, sino porque no tienen lo básico. Y hablamos de alimentación, sanidad y educación.

  Es verdad que aquí la lucha por un mundo más justo está más presente, pero tambien es verdad que esa lucha no les proporcionará solo satisfacciones espirituales sino la satisfacción de las necesidades básicas. Que no es mejor ni peor, sino necesario.

Y sientes como a lo que tu dedicas el tiempo libre para muchos de ellos es su lucha diaria. Y como las actividades que  a ti proporcionan un sentimiento de autorealizción personal a ellos le proporcionan la posibilidad de vivir dignamente. Sin duda un fin común pero motivado por circunstancias distintas, colocados en niveles distintos según Maslow.

 

  Ahora que sé que vuelvo, espero  que me aporte la sernidad necesaria para actuar con la sabiduría que da la experiencia. Queda mucho por andar, no importa, pronto daré un paso más.

 

 

 

 

 

 

 


martes, 22 de julio de 2008

ROSARIO.


Sin duda fue uno de los días más difíciles de este viaje, el cuarto de un recorrido por la nicaragua rural y la tercera comunidad campesina que nos recibía.
Quedarme sola, sentirme obligada a pasear por las calles de Venecia, enfrentarme a una realidad que seguía inquietándome y a la que por suerte nunca conseguí acostumbrarme me ayudó a ver y sufrir las injusticias en primera persona.

Llegué a casa de Rosario después de preguntar por alguna mujer representativa dentro de la comunidad, fueron muchos los que me hablaron de ella, de su labor como cooperativista, maestra y mediadora judicial.

Ella me contó como es la época de lluvias bajo la fina lámina de zinc que abrasa el sol del verano.
De la incertidumbre que causa mirar al cielo pidiendo una tregua para conseguir una buena cosecha.
De la impotencia cuando el fruto de tu trabajo no te garantiza una educación digna para tus hijos.
Me contó lo difícil de mediar ante los conflictos familiares cuando tienes que defender los derechos de mujeres que caminan mirando al suelo.
De lo que cuesta levantar la voz cuando a tu alrededor resuenan los ecos de quien se impone a la fuerza.
Me hizo sentir el miedo que se arrastra cuando se huye de una comunidad en llamas durante la revolución armada de un pueblo.
Me habló perdonar, de volver a empezar, de reconstruir tu casa, tu comunidad, tu país, tu vida...
Hablamos de ella, de su lucha, de su inconformismo, de las batallas perdidas y ganadas… y solo hablamos de ella, porque yo me quedé sin palabras, sin armas, sin saber que decir y con mucho en que pensar cuando ella quiso preguntarme y yo no pude contestar:

“Y, cuénteme… ¿Qué le preocupa a usted?”

martes, 15 de julio de 2008

LUPE, ESTRELLA DE MAR.

Muchas veces las circunstancias más obvias son las que consiguen estremecernos, son tan lógicas que nunca te paras a pensarlas. Son las que descubres en el instante en que crujen dentro de ti. Las que con su eco permanecen resonando durante tanto tiempo que no consigues sacarlas fuera porque logran expandirse dentro de ti y derivan en miles de pensamientos y sentimientos encadenados. Son como la piedra que cae sobre un lago sereno; un leve impulso que consigue un movimiento incontrolable, independiente y que con el tiempo no hace otra cosa que crecer y crecer hasta desbordarte.

Así fue la mañana que nos levantamos junto al Pacifico y como cualquier otro día fuimos a desayunar, esta vez junto a la playa. Podría haber sido tan habitual como todos esos desayunos de los fines de semana, en los que no hay prisa y disfrutas de buena compañía en un lugar paradisíaco, pero continuábamos allí y las cosas más habituales se transforman propinando lecciones a fuerza de golpes difíciles de encajar.

Nunca había pensado en ellos, en como viven los perros en Nicaragua, y no me sorprendió ver que andaban sueltos por la calle, sin dueño ni collar, buscando su presa, solo que ellos también saben que lo más cómodo es acercarse a cualquier restaurante frecuentado por turistas. Al fin y al cabo es una conducta aprendida y que se mantiene en el tiempo a fuerza de ser reforzada con las sobras que dejamos en el plato y que amablemente ofrecemos al que pasa por allí.

Una conducta muy común aquí y la desarrolla todo el que necesita lo que a nosotros nos sobra. Este fue el motivo por el que también se acercó Lupe, una niña de unos diez años de mirada sosegada…
Apareció caminando por la playa cargada con su cajita repleta caracolas, estrellas de mar y de conchas de mil formas y colores engarzadas en pendientes, collares y pulseras. Esperó pacientemente, de pié, en la arena.




Ella sabia que nos acercaríamos a comprar; uno a uno fuimos bajando hasta la playa para hacernos con algunos recuerdos, y así fue como ella también consiguió su premio, su recompensa. Se que lo lógico seria que no me sorprendiera verla allí cuando volvimos a comer pero en ese momento solo podía pensar que habría hecho durante toda la mañana ¿permanecería allí esperando a otros como nosotros?





Ahora podía sentir como esa presión en el pecho aumentaba, como la culpabilidad y la impotencia se anudaban en mi garganta. Un torbellino de sentimientos me invadía mientras no paraba de comer algo que se me atragantaba y no hacia más que incrementar es maldito nudo que casi no me dejaba respirar.

Lupe, a una distancia prudencial, esperaban junto a las mesas que termináramos de comer, los perros pasando entre mis pies y mientras tanto no podía dejar de pensar… ¿Habrá comido?, ¿Porqué no está en el colegio?, ¿Dónde están sus padres? Ella no debería estar aquí

Prefiero no pensarlo, deja de pensar. ¿Y si le doy mi comida? Eso no solucionaría nada. Por eso vuelve cada día. Eso los mantiene aquí…

Así, sin parar de comer, sin saber que hacer, embotada… alguien se levanta. Los perros le siguen. Saben que, como esta mañana, eso es para ellos… o puede que no... porque Lupe le para y le dice que hoy no ha comido, que tiene hambre, que le de lo que no iba destinado para ella… y dejo de comer y se estrecha nudo y todo me da vueltas.

Oigo como comenta que eso no está bien, que son sobras. Que es caridad.
Y yo me pregunto, ¿son más sobras estás que las que sacamos de nuestros monederos?
¿Qué el tiempo “libre” dedicado al voluntariado?
¿Qué el presupuesto que los países del “primer mundo” destinan a la cooperación internacional?
¿Quién me demuestra que eso no es caridad?
Seamos realistas todo lo que hacemos lo es… Ya sea lo que me sobra del plato o lo que nos sobra del presupuesto anual.
Y yo lo consiento y como hoy participo.
Pero dime quién quiere o puede ser consecuente, quién empieza diciendo:
Lo siento pero no. Esto es caridad.

miércoles, 9 de julio de 2008

LA LUZ QUE VA POR DELANTE...

Fue durante la visita a Granada. Nicaragua.
Me lo contó Maria Lydia Mejia; diputada en las filas del FSLN, candidata a la alcaldia de Granada, lider de movimientos asociativos feministas, victima de encarcelamientos y torturas durante la represión somocista, joven inconformista y comprometida, hija de campesinos...

...."fijese que los nicaragüenses tienen un dicho:
Candil de la calle, oscuridad de la casa."....



miércoles, 2 de julio de 2008

LA FRONTERA.


Con dos días de viaje a la espalda cualquier sentimiento pesa más de lo habitual. Sobretodo si son fruto de nuevas experiencias que no controlas, en las que no actúas, en las que eres una espectadora insertada en una realidad ajena.

Llegamos a la frontera, esa línea que divide la tierra en porciones repartidas y dirigidas por unos cuantos que deciden la suerte y el destino de los que allí viven. Esa línea que creía imaginaria y que resulta ser un bloque de hormigón infranqueable para los que quieren atravesarla y alcanzar una vida mejor. Pero igual de impenetrable para los que quieren saber, sin cruzarla, que ocurre para que quieran saltarla.

Ya estaba allí, observando el constante ir y venir de gente intentando vender cualquier mercancía, hombres, mujeres y niños sin distinción de edad o sexo, ni tampoco de clase social…aquí los pobres son pobres y punto. Una vez llegados a esta situación solo queda buscarte la vida.

Se apaga el motor del bus y con él el aire acondicionado y el clima de privilegio que nos mantenía un poco al margen de la realidad. Ahora el calor aprieta; abro la ventana y siento el bullicio, el movimiento, los acentos, las risas… siento la vida en la frontera.

Ni las piernas entumecidas, ni el calor, ni siquiera la curiosidad eran motivos suficientes para obligarme a bajar y afrontar esa realidad que me superaba, me aterraba, esa evidencia que mostraba la gran diferencia y la similitud entre ellos y nosotros. Yo indignada por tener tanto, ellos por tener tan poco. Ellos avergonzados por pedir y yo por tener que dar…

Supongo que la falta de voluntad y el miedo me obligó a vivir los primeros instantes desde fuera, limitando mi experiencia a la observación. Parecía tan fácil cuando eran los demás lo que entablaban conversaciones que terminé convenciéndome a mi misma. Total, justo a esto había venido a Nicaragua, a conocer una realidad que ya estaba delante de mí.
Desde el autobús era como un juego; tres niños y una mujer se acercan a vender unos chicles y a partir de ese momento juegos, bromas, fotos… ellos querían ver nuestras cámaras y nosotros plasmar sus vidas con ellas, aparentemente un trato justo.

Pues nada, armada de valor me acerco y entonces descubro que la mujer con cara de niña no es tan mujer como creía ni tan niña como hubiese deseado.
Pocos se fijaron en ella, su barriga le restaba la dulzura de otros niños, sus ojos no brillaban ante la posibilidad de otra forma de vivir, su belleza no tenia nada que ver con la propia de algo nuevo lleno de vida, era una belleza lánguida, gastada, agotada…
Así fue mi primera entrevista, mi primer contacto, mi primer choque con la realidad:
Solo dos frases pude articular ante ella, solo dos respuestas me dio;
Si, tengo 14 años y en cuatro meses seré madre.

domingo, 29 de junio de 2008

UN TESORO.

Y un día interpreté su existencia. Fue en León, frente a la catedral, un domingo cualquiera. Yo regresaba de Poneloya de un relativo fin de semana de descanso.

No me apetecía andar ni pregunta, rastrear la ciudad en busca de otras vidas me resultaba una tarea agotadora. Solo necesitaba un rincón donde aislarme, donde sentirme libre para observar todo lo que pasaba a mi alrededor, el tiempo suficiente para intuir las vidas que la plaza me mostraba en un momento. Se que así solo pude imaginarlo pero muchas veces un instante es suficiente para adivinar una vida.

Esta vez ni siquiera necesité hablar, ni preguntar. Me bastó una fugaz mirada y me atrapó. Ya no pude dejar de observarle, a pesar del dolor que producía, a pesar de la infinita tristeza, asumiendo la pesadumbre que me invadía y consciente de que me acompañaría por mucho tiempo. A pesar de todo me mantuve inmóvil, conteniendo la respiración, analizando cada movimiento, esperando cualquier gesto que me hablara, que me contara…

En un barrido rápido su forma de andar me llamó, supongo que este es mi defecto profesional. Su paso era rítmico casi artificial, a pesar de eso sus pies apenas se elevaban del suelo. Los brazos caídos, sin vida, no acompañaban el movimiento de sus piernas. En cambio su cuerpo, llamado a inclinase en exceso, se acompasaba con el movimiento constante de sus pies… Era evidente; su forma de andar era especial, como el, como su forma de ver y sentir…

Podría tener unos16 años; su figura alta, delgada, incluso desgarbada diría yo. Propia de alguien que pasa poco tiempo bajo techo. Sus piernas y sus brazos lo gritaban; suciedad, cicatrices, arañazos, moratones… una vida poco cómoda, llena de sobresaltos.
Bajo su brazo, un tesoro. Fue fácil adivinar lo importante que era para él; su mano tensa lo agarraba, su mirada lo buscaba y en ningún momento permitió que se alejara de su cuerpo ni un solo milímetro. Ahora solo necesitaba un lugar donde disfrutarlo.

Pensó que cualquier banco sería un buen lugar, pero pronto se dio cuenta que estaba equivocado… para entonces ya había abierto su bolsa y tuvo que guárdalo todo cuidadosamente.
Yo no pude entender que era eso que le incomodaba y tampoco porqué, después de tanto dudar, encontró su lugar sentado junto a esas dos mujeres que hacían evidente que su compañía les molestaba.
Pero a él no le importaba las miradas de desaprobación, ni siquiera los gestos de desprecio. Impaciente rompió el nuevo nudo de su bolsa… la botella, el envoltorio que contenía su pequeño tesoro… todo estaba listo. Sentado, encorvado, acurrucado, protegiéndolo con su postura, como quien disfruta algo prohibido, robado o regalado, algo que se acabará y que no sabe cuando volverá a tener… nervioso miraba alrededor para asegurar la tranquilidad que no encontraba en si mismo; ansioso devoraba su comida, su tesoro.

Gracias Alba:
Por mirar y verle.
Por las fotos.
Por sentir y compartir.



martes, 24 de junio de 2008

MAQUILAS EN ZONA FRANCA.


En la cooperativa Maquiladora de mujeres en “Nueva Vida” saben que todo tiene un valor y que todo vale, incluso la tela sobrante de prendas exclusivas. Eso que para otros serian trapos destinados a trabajos denigrantes, ellas son capaces de otorgarles la condición que merecen por derecho, la que ellas merecen también. La posibilidad de un trabajo digno.
Hoy me llevo una manta hecha de retales; recortes que tomados de forma aislada serian simples pedazos de tela sobrante, pero que hilados adquieren otra dimensión...

Es una historia de mujeres que fueron desplazadas como consecuencia de la devastación producida por el Huracán Mitch; un ejemplo de superación, de la existencia de otras realidades alternativas a lo que conocemos como "Maquilas en Zona Franca".
Hoy gestionan su propia cooperativa que comercializa sus productos en el mercado de comercio justo. Hoy representan la excepción que tristemente confirma la regla. Este es el final de una historia, un final feliz que no refleja la situación laboral de las mujeres en Nicaragua, un final que tuvo un principio que es el voy a contar.

Es entrar en la cooperativa y ser consciente de las vivencias que se esconden detrás de cada mano que maneja esas máquinas de coser obsoletas. Sientes la necesidad conocerlas todas, las observo e intento leer lo que escriben sobre esas telas de colores.
En un momento las veo relacionarse y soy consciente de que la verdadera historia es la historia común, la que comparten con la mayoría de las mujeres de este país, la que escribieron mucho antes de llegar aquí, cuando formaron parte del subsuelo del mercado laboral en el que ocupaban el último peldaño.


Fueron pisoteadas y explotadas, rehenes del sistema capitalista. Realizaron esos trabajos que todos conocemos y que nos negamos a ver en los productos exportados que compramos. Fueron la mano de obra barata del sector informal de la economía domestica. Fueron tantos y tan variados los trabajos humillantes y malpagados que solo mencionaré unos cuantos. Los que conocí o de los que me hablaron.

Marina me mostró las manos encalladas por interminables horas de tareas domésticas; lavando, planchando, fregando o cocinando ante la estricta mirada de quien la consideraba como un electrodoméstico más o el único que había en la casa. Me contó las desconsideraciones, desprecios y vejaciones que sufren las invisibles sin ningún derecho y con todos los deberes en un hogar de dictadores.

No hizo falta buscar. En cualquier lugar de Nicaragua encontrabas las dos caras de la misma moneda; la compra y venta de cualquier mercancía. Tediosas jornadas en mercados ambulantes, rodeadas de ese calor asfixiante que se pega a la piel, impregnado de olores nauseabundos mezcla de carne al límite de la putrefacción y fruta que solo hoy se podría vender como madura. En Sébaco, Masaya incluso en Roberto Huembes, Managua las puedes ver defendiéndose del constante asedio de las moscas, rodeadas de compradores que a duras penas pasan entre el tumulto de gente y mercancías con la única intención de encontrar, en ese laberinto, un cesto de la compra que se ajuste a su mísera economía.

Como obviar la incursión en el mundo empresarial de las victimas de la economía globalizada, las esclavas del imperio capitalista representado en las grandes multinacionales textiles afincadas en zona franca; en tierra de nadie, controladas por nadie, las que gozan de concesiones legales exentas de impuestos municipales y de un código de ética laboral.
Paraísos fiscales transformados en infiernos para sus trabajadoras; jornadas laborales de más de 12 horas, sueldos irrisorios que no alcanzan para alimentar a una familia media nicaragüense, normas laborales que van desde ticket que controlan las visitas al baño a la inexistencia de un descanso para comer, un maltrato psicológico y físico que va más allá de la falta de higiene laboral causante de infinitos “accidentes laborales”.

Un negocio redondo, en el que pagan céntimos por cada producto que compraremos por decenas de euros. Donde nuestro dinero siempre es el fin que justifica los medios.


lunes, 23 de junio de 2008

JACINTA.


Tu gesto te delató, vomitabas las palabras que engulliste fruto de un proceso adoctrinador que te impusieron por tu bien. Sin tiempo ni armas para interiorizarlo, buscabas con la mirada la aprobación de la líder del movimiento que aglutinaba a las mujeres de tu comunidad.
Después vinieron las preguntas ante las que no encontrabas respuesta. Era tan tenue tu voz, tanto que el mensaje no llegaba, al menos el que esperabas transmitir. Las palabras sonaban huecas, vacías de la fuerza que tienen por derecho; equidad, género, empoderamiento, lucha...
Solo tuve que esperar y la sospecha se hizo evidente; reparto de roles, moral, religión...
Tu mirada a ras del suelo, sin indicios de un inminente despegue, sin fuerza para alzar el vuelo...

Y es que es tan fácil juzgarte sin arrastrar tus viejas sandalias, cuando aparezco en tu vida, cuando un autobús me acerca a tu casa un día cualquiera en el que dejas tus interminables quehaceres para convencerme de algo en lo que tu no puedes creer, tantos años de represión no pueden desaparecer porque alguien te cuente que no debe ser así, yo se que lo intentas, yo sé que hoy no es posible...


Comunidad Campesina "La Garnacha". Nicaragua. Febrero 2008.

domingo, 22 de junio de 2008

PAULINA.


Lo había deseado tanto y vi tantas imágenes de Poneloya que fue como si ya hubiese estado allí; el Pacifico, su luz, ese halo que envuelve los rincones mágicos de nicaragua... Y Paulina, la niña que llena álbumes de viajes ya pasados, el juguete que crece a orillas del mar y cada día recibe a los visitantes que se alojan junto a su casa.

Apareció sin apenas hacer ruido; tímida, con la cabecita escondida entre los hombros; con su leve sonrisa, sólo apreciable por el brillo intenso de sus ojos.
A sus cinco años ya maneja el arte de seducir, de enamorar... un simple gesto le basta para captar la atención de cualquiera. Y no es solo esa carita; su piel morena, sus profundos ojos rasgados, su sonrisa traviesa... ni siquiera es esa ternura contenida que despierta nada más acercarte. Es algo más; una conducta espontánea que se transforma en un ritual cada vez que alguien llega, cada vez que nosotros llegamos.

No se si pensar que es afortunada o pensar que su hermano, un poco mayor, no lo fue. El caso es que sólo ella supo disfrutar durante esos días de la vida acomodada de los que no sabemos actuar con justicia.

¿Qué te estamos enseñando con cada beso y abrazo regalado, con cada privilegio compartido; a acercarte, a no luchar, a esperar, a sonreír, a vivir de tu cara bonita?
¿Y a los que se quedan mirando? ¿Qué le enseñamos a estos?

Tu leve sonrisa, el brillo de tus ojos, tu profunda mirada, tu sonrisa traviesa, la ternura contenida, tus cinco años... El tiempo te los robará.... y entonces, Paulina, ¿Cómo vas a enamorar?


viernes, 20 de junio de 2008

CORINA.


Solo bajar del bus allí estaba ella con su plácida sonrisa, tranquila, paciente... se acerca a nosotros y una frase de su boca sirve para apaciguar los ánimos;
"¿Qué problema tiene?"

Este fue el primer cambio en mi estado de ánimo que ella propició, fue como la suave brisa que precede a un huracán de emociones.
Cada palabra que cruzamos transmitía sabiduría, experiencia, ese conocimiento que se adquiere con cada experiencia que la vida te regala.Cualquier excusa era buena para pegarme a ella y absorber su energía.

La oportunidad llegó cuando termino el día y con el la actividad frenética que envuelve la rutina de esta mujer. Con un poco de suerte y con una excusa poco creíble conseguí hacerme un hueco en su cocina. Cuando llegué estaba tostando café, ese olor nos acompañó en nuestra conversación. Así es ella, como un café de sabor intenso, tostado de forma artesanal, lejos de la maquinaria capitalista. Es el café que te reconforta y te activa, que te despierta.

No fueron sus años en la guerrilla, ni la represión a la que estuvo sometida por parte de su pareja durante treinta años. Fue su capacidad para recuperarse después de cada tropiezo, su empeño por seguir luchando y no renunciar a su vida, aunque según ella esta actitud llegara un poco tarde
No es lo que ha vivido es como lo ha vivido, con lo que se queda y lo que desecha.
Me habló de su infancia truncada; los años en el frente; sus cuadernos llenos de lágrimas y frijoles; de lo difícil que es estudiar siendo madre, y esposa; de su reconocimiento como alfabetizadora, de la rabia engullida por renunciar a un sueño manipulada por el miedo enmascarado de autoridad.

La pintura era su forma de expresión natural y ahora no puede plasmar sus vivencias, renunció a ella por lo que algunos llamarían amor, yo prefiero llamarlo de otra forma.

"...algunas tardes, con la puesta de sol, siento nostalgia,
en esos momentos dejo salir lo que llevo dentro
y entonces y solo a veces vuelvo a pintar..."

martes, 17 de junio de 2008

Rosario, Corina, Paulina, Guadalupe, Marina, Yolanda...


Hoy repaso cada pensamiento, sentimiento y prejuicio con los que empecé mi viaje. Ideas preconcebidas que he tenido que ir desechando con cada entrevista realizada, lastres que hoy ya no me pesan.
Reconozco que volví a equivocarme y que seguiré errando, así continuo mi camino, el que me acercará al conocimiento que ellas alcanzaron. Ellas, a las que admiro, respeto y envidio; su fuerza, su afán de superación, su inconformismo, su capacidad de lucha.
Ellas son cada una de las mujeres que me regalaron su tiempo y sus experiencias, con las que me emocioné y viajé a través de la historia reciente de Nicaragua.

Maestras, cooperativistas, campesinas, promotoras judiciales, miembros destacables de la comunidad... También fueron guerrilleras; tomaron las armas, lucharon por una vida más justa y lo consiguieron.

La vida les enseñó que las diferencias no van más allá de unos simples caracteres físicos, exigieron su espacio y esto las hizo libres.
Hoy saben que solo hay una diferencia entre lo que son y lo que fueron; el conocimiento.

miércoles, 11 de junio de 2008

Despues de tres meses.

Pasaban los días y con cada minuto aumentaba las contradicciones; cada persona, cada suceso, no era más que un ingrediente añadido a esa amalgama de sentimientos y sinrazones. Una masa densa, viscosa, alojada en mi cabeza. Que comprime, que no te deja pensar ni sentir. Un agujero negro que absorbe todo lo que se acerca y te deja sin luz; ciega, incapaz de juzgar la importancia de tus actos, tus palabras, de lo que puedes o debes hacer…

Es obvio que durante todo el viaje la idea de volver a nicaragua es una constante. El país te enamora. Pero no es solo eso, existe ese odiado sentimiento paternalista que se dirige hacia el indefenso, el que se encuentra en desventaja en la lucha. Un sentimiento de sobreprotección que lejos de despertar conciencias adormece iniciativas con la esperanza puesta en el protector.

No podría decir que este fuera motor que movió a los cooperantes que antes llegaron hasta aquí, pero es cierto que en más de una ocasión se palpaba el sentimiento de indefensión, de necesidad y esperanza ante nuestra presencia.

Nada agradable, porque sabias que a efectos prácticos y a corto plazo poco puedes hacer. Pero ahí intentabas mantener el tipo, escuchando sus necesidades, sus proyectos y la falta absoluta de recursos.

Llegados a este punto todo lo aprendido sirve de poco y te quedas desnuda ante tu conciencia, examinándote palmo a palmo buscando algo que aportar que pueda mejorar una sola vida y creedme que no lo encuentras.

Y así regresas de nuevo a tu vida. Cargada de vivencias tan intimas, que significan tanto para ti, que es doloroso compartirlas. Nadie que no haya vivido esto puede imaginar el lazo que te amarra irremediablemente a los recuerdos y las personas que quedaron allí, personas anónimas que esperan que aquí seamos sus manos y su boca; la que muestren su realidad, su realidad sonora.

Se que mi compromiso era más que algunos textos que intentan reflejar torpemente la vida de algunas mujeres, pero también es verdad que no sabia lo difícil que seria revivir eso aquí; el proceso de aceptación de todo lo vivido tenéis que saber que duele. También se que el tiempo da perspectiva, que el camino es largo y esto solo acaba de empezar, quedan miles de proyectos que emprender y muchas luchas que ganar.

domingo, 30 de marzo de 2008

sábado, 29 de marzo de 2008

Dos extraños en Madrid.

Fue llegar a Madrid y recordar que mi sitio era este, tristemente pertenezco al bullicio de un país desarrollado.
Las prisas, las colas, la miradas de desconfianza, todo es propio de una ciudad que se mueve al ritmo de su gente, esa que intenta restar segundos al día mientras se le escapa de las manos esperando el momento de poder disfrutar de los fugaces momentos en los que se les permite la ilusión de parecer libres.
Allí estaba yo, confusa, triste, cansada, con miles de sentimientos encontrados; la tristeza de una vida que se termina y la continuación de esa que parece que nunca va a terminar.
Dividida entre dos mundos, el descanso de volver a casa y la nostalgia de algo que apenas duró. El aeropuerto, las maletas, trámites y más trámites para despedirme de mi familia temporal y reencontrarme con la propia...
Ya en el coche que me llevaba a mi hotel volví a disfrutar de la lluvia incesante sobre el cristal, de la sensación de tranquilidad que me proporcionaba saber que estaba con él.
Por un momento olvidé los atardeceres, el sonido de la noche en el ranchón, las conversaciones interminables que compartimos, los proyectos inacabados, las risas, los llantos, todo se diluía bajo la ducha de agua caliente que tanto había echado de menos.
A pesar del cansancio necesitaba salir, expandirme, perderme en el tumulto, sentirme extraña en una ciudad que no lo era para mí. Quería sentir ese choque brutal que me habían prometido cuando decidí viajar al otro lado del mundo y que hasta ahora solo había sido un roce constante, silencioso, sinuoso... que desgasta lentamente pero casi inapreciable...
No podría describir la intensidad, solo se que fui consciente del primer cambio, el primer crujido fruto de ver la realidad ajena, la que lleva a millones de personas a desplazarse miles de kilómetros de sus vidas, de su gente, de su tierra, de sus hogares....
En una de las calles más transitadas de Madrid cientos de personas cargadas de bolsas llenas de artículos y vacías de sentimientos, felicidad efímera ante la impaciencia por estrenar, el gentío que se cruza sin mirar más allá del siguiente paso que darán. Y entre todos ellos puedo verle, apoyado en la pared cargado con ese instrumento que le acerca a su país, al sueño de volver algún día y empezar una vida mejor. Entonces puedo verle en Miraflor recogiendo café, o en Poneloya pescando, conduciendo un bus u ofreciéndome anacardos en un semáforo... Le pongo nombre... es Orlando, Francisco, Marina, Denis... Es como esas personas que conocimos y sueñan con cruzar el charco, esas personas que nos dieron todo y aquí no reciben nada que no sea fruto de sus interminables horas de trabajo...
Yo paso, pienso, abro mi bolso... no es suficiente... no hay dinero que calle mi conciencia, que apague mi nostalgia...

domingo, 23 de marzo de 2008

Ahora se que sois mi familia.



Porque dentro de una familia hay miles de formas de querer y una sola manera de hacerlo...

He reconocido a mis hermanos y hermanas:
Con los que compartes las horas sin sueño, los desengaños, las reflexiones, las ilusiones, los deseos y anhelos...con ellos piensas en voz alta; son los que te consuelan con una mirada; esos que saben cuando estas pequeñita y cuando eres un bebé; los que te regalan un beso sin motivo; los que te despiertan con una sonrisa cada mañana...

Y a mis primas y primos:
Con los que cualquier escusa es buena para compartir una botella de ron; largas conversaciones arreglando el mundo; análisis profundos de cuestiones absurdas, reflexiones sobre el amor, la libertad; secretos de alcoba; besos robados y regalados...


Ahora se que sois mi familia;
la que no se elige...
la que te asfixia con su cariño, con su presencia...
de la que llegado el momento te separas; porque necesitas tu espacio, tu tiempo...
a la que inevitablemente echas de menos...
a la que quieres y necesitas volver...

martes, 18 de marzo de 2008

Mañana.

Esto se termina, mañana el último dia en Nicaragua... el tiempo se me ha escapado, quedan tantas cosas que conocer, tantos lugares que visitar... Parece que fue ayer cuando hice la maleta... y hoy...
Solo queria agradeceros vuestro apoyo, me hubiese gustado escribir con más frecuencia pero entender que no siempre fue facil, os prometo que seguiré escribiendo cuando esté allí me llevo tantas historias y personas que quiero que conozcais...
Os debo una entrada antes de volver... la tendreis. Un beso.

Mañana despierto sabiendo que volveré dormir,
ahora se que rutina me cansa y que los sueños me reparan...

martes, 11 de marzo de 2008









Hola a todos, se que prometí escribir un poco más pero es imposible, no hay tiempo para nada. Ya he empezado mi producto y ahora toda mi energia se va en vivenciar t las historias compartidas con las mujeres que estoy conociendo... ya os aburrireis de leerme y escucharme cuando esté en España.
Os recuerdo que ya han colgado las fotos en "album de fotos" echarles un vistazo son muy buenas.
Yo os dejo con algunas de la última semana. Hablan por si solas.
Mañana nos vamos hasta el domingo así que será dificil que vuelva a escribir, hasta entonces seguiré pensando en todas las cosas que estoy deseando contaros,
Mamita, os llamo antes de salir. Un beso a todos.

MASAYA. Volcanes, cuevas... que cansao es esto...

viernes, 7 de marzo de 2008

Para que veais.




Bueno, esta minientrada es para recordaos que podeis saber lo que hacemos todos los dias con solo pinchar en "Nicaragua al día" es el calendario que aparece en la derecha, cada dia uno de nosotros hacemos el resumen del dia; actividades, ponencias, visitas etc...
Proximamente colgaremos un monton de fotos en "albun de fotos" prometo que si lo leeis todo y veis las fotos será lo más parecido a estar aquí.

Hoy tengo algo de prisa, mañana prometo contar un algo más...Un bsino.
Aquí van algunas fotos, son una muestra de lo espectacular que es esta tierra llena de contrastes y matices.

Un beso a todos....

jueves, 6 de marzo de 2008

A los que tanto se preocupan por mi.




Hola mamita, esta mañana hablamos y te noté preocupada, quiero que sepas que estoy bien, ya sabes que esto era un sueño y ahora lo estoy viviendo...
A todos vosotros que me animais tanto, muchas gracias. Nechi, Marisa, Pitu, Ache, mi tita Mari, Primor, Maiduchi, Monikati, Nati, Esther, Pablo, y a ti Alfredo, fue toda una sorpresa encontrarte... y a los que no escribis pero se que estais, Julita, Marta...
Alos tres hombres que me cuidan tanto...
Que suerte haber nacido en esta familia y encontrarme con vosotros.
Os quiero.
Aquí algunas fotillos del concierto de Silvio Rodriguez. Toda una experiencia, ya os contaré por qué.

martes, 4 de marzo de 2008

LA PLAYA.







Hola a todos, espero a partir de ahora tener un poco más de tiempo para dedicarme a escribir.
Estos dias han sido una locura; todo el dia viajando, con prisas... y aunque ahora puede que las cosas no sean muy diferentes, buscaré cualquier momento para contaros todo lo que pasa por aquí.
Este fin de semana fue un regalito; Poneloya, la playa, el pacifico... fue un descanso para todos.
Pero hasta llegar allí la semana se hizo cuesta arriba, muchas realidades y no siempre fáciles de asimilar.
El viernes por fin viajabamos hácia Leon, una de la ciudades más importantes e historicas de Nicaragua. Una ruta por la ciudad, una ponencia de salud pública y vuelta a la realidad y esta vez el golpe en la frete.
Empezamos por la visita al hospital, y recordar que estamos hablando de una gran ciudad, era increible; suciedad, desorden, mobiliario obsoleto, falta de personal... No podria dudar de la profesionalidad de los que allí trabajan, pero desde luego no transmitia muchas seguridad ver cubos recogiendo el agua que caía de los aparatos de aire acondicionado, cucarachas escalando por las paredes, baños que no han sido limpiados en varios dias o semanas. Era desolador.
Despues de verlo y sentirlo vuelta a la frenetica actividad que nos lleva de un lugar a otro, Ahora tocaba comidita con un grupo de jovenes de un barrio periferico de León. Tiempo para asimilar y pasar página, en esta historia los capitulos deben leerse muy deprisa y a veces sin apenas comprenderlo...
Dejamos la cuchara en el plato y casi sin darnos cuenta nos estaban enseñando donde vivian . Sitiava es uno de los barrios más pobres de León, pero a pesar de todo con una organización civil envidiable, la falta de recursos no impide que se creen programas de inserción social para jovenes sin recursos, que son todos los que viven allí. Fue en este lugar donde escuchamos que existia un cuerpo de policia preventiva, destinado a impedir que se generen conflictos dentro de la comunidad, nada que ver con convencionalismos podeis crearme.
El recibimiento genial, como no podia ser de otra manera, los Nicas son así.
La despedida, eso es otra historia. Con su buena intención organizaron un pasacalle y allí que fuimos todos a conocer un poco más a la gente, A medida que avanzamos pudimos darnos cuenta que no nos esperaban, que no sabian quienes eramos y que haciamos allí.
Hubo de todo; buenas y malas palabras, buenos y malos gestos. Todo comprensible, para ellos no somos más que unos "gringos" de visita turística y así nos trataron. Me sentia como recien salida de la pelicula "Bienvenido mister marshall". Pero lo peor sin duda, fue tener que aceptar agradecida una merienda típica. Mientras tanto, podias ver como los niños de la zona miraban a través de la ventana el festin... Al guien puede decirme que hacer o que sentir?
Pero como os contaba antes, sin darnos cuenta vuelta al autobús y esta vez nos esperaba Poneloya, la playa, el atardecer, tiempo y espacio para releer lo leido y asimilar lo sentido.

P.D. No preocupes tita, estoy genial. Un beso a todos. Os quiero.

domingo, 2 de marzo de 2008

Un muro.


Como tolerar tanta injusticia, tanta culpabilidad, incluso vergüenza...
Todo se transforma cada vez que alguien te examina desde el otro lado.
En algunas ocasiones es un muro, una alambrada o una simple linea imaginaria la que seapara dos realidades; en este caso era menos que todo eso...
Y ahora qué?
Quién se atreve a juzgar?
Quién quiere hablar de caridad?

martes, 26 de febrero de 2008

COMUNIDAD

Cuantas cosas que contaros... durante estos días he conocido tantas personas y tantas historias que me faltan las palabras... ahora toca pararse, pensar y apaciguar sentimientos y emociones... que trabajo tan dificil.
Solo os diré que he conocido a heroinas que lucharon por defender sus derechos y su dignidad, mujeres y hombres que hoy siguen luchando por cubrir sus necesidades más básicas.
Despues de cuatro dias visitando comunidades campesinas, se que hay otra forma de vivir y organizarse; que la familia puede extenderse más allá de los simples vinculos de sangre; que el cooperativismo y la vida en comunidad no es una utopia; que existen opciones ante el individualismo y el capitalismo que nos corrompe.

En los proximos dias podré nombre y cara a estas personas, hoy os dejo unas fotos de estos dias. Os siento cerca, gracias por estar aquí.

sábado, 23 de febrero de 2008

Cuatro dias..

Tres días fuera de casa y sin posibilidad de escribir, estoy deseando contaros lo que está siendo esta experiencia.
Empezaré por el principio, tras 44 horas sin ver una cama este sueño empezó a materializarse cuando aparecimos en Costa Rica, en lo que nosotros conocemos como verano. Claro está después de interminables trámites, colas y horas de espera...

Este era un pasino más, pero desde este momento fuimos conscientes de lo diferente que se ven las cosas cuando te asomas desde el otro lado.
Las primeras impresiones fueron vividas desde una burbuja que nos transportaba de un lugar a otro, el autobús nos acercaba a una realidad de la que no formábamos parte y que no podíamos ver ni tocar.
Casinos, restaurantes y grandes hoteles pero también mucha pobreza. Es estremecedor ver como despertaba la ciudad en un constante ir y venir de gente; familias que en su rutina diaria muestran una radicalizaron de este mundo globalizado; Casas de chapa y uralita que se mantienen en pie no se muy como; niños descalzos sin más ocupación que jugar con sus manos; mujeres adecentando un lugar al que llaman "hogar" eso si todos cumplían una características que muestran que otra forma de vivir y sentir, aquí la vida se desarrolla en la calle, todos por humildes que fueran tenían un lugar de reunión y siempre era al aire libre.

Si sois capaces de imaginar la situación, podréis sentir como yo el conflicto que se genera cuando pocos kilometros más allá, encuentras a un grupo de escolares volviendo del colegio debiéndose una cocacola y hablando con sus teléfonos móviles como recién salidos de una serie de éxito latino americana, uniformes incluidos. Todo esto te lo encuentras en cuestión de minutos.

Pero no debemos olvidar que esto es Costa Rica y no tiene nada que ver con Nicaragua. Una vez aquí, y con la sola experiencia de un día, podría decir que solo he visto pobreza y más pobreza, también una gran cantidad de recursos por explotar, proyectos innovadores, un potencial impresionante al que solo le falta lo que a otros le sobra; dinero mucho dinero.


PD. Prometo poner fotos la proxima vez, ahora estoy sin tiempo.
Hasta el martes no volveremos Ticuantepe, lo que significa que no podré comunicarme, prometo regresar con miles de historias que contar...
Un beso a todos y gracias por estar aquí, conmigo...

lunes, 11 de febrero de 2008

GRACIAS.

Nosotros que nos quedamos con parte de vuestra esencia; las experiencias, el saber hacer, las vivencias…

Nosotros que absorbimos vuestra energía; el empeño de un mundo más justo, el valor de la lucha sin guerras, la esperanza teñida de desencanto…

Nosotros que vibramos con cada historia; sufrimos con vuestro dolor, celebramos vuestras victorias y nos emocionamos ante el nuevo proyecto presentado…

A todos vosotros; a los que robamos parte de su trabajo, de su vida.; a los que nos han enseñado tanto; A ser, a sentir, a actuar, a buscar, a no desesperar….

Muchas gracias por vuestro tiempo, por vuestro compromiso, por compartir un ratino con nosotros…

jueves, 7 de febrero de 2008

ACONTECIMIENTOS

Dos cosas que yo no decidí decidieron mi vida:
el país donde nací y el sexo con el que vine al mundo.

Gioconda Belli. El país bajo mi piel.