martes, 17 de junio de 2008

Rosario, Corina, Paulina, Guadalupe, Marina, Yolanda...


Hoy repaso cada pensamiento, sentimiento y prejuicio con los que empecé mi viaje. Ideas preconcebidas que he tenido que ir desechando con cada entrevista realizada, lastres que hoy ya no me pesan.
Reconozco que volví a equivocarme y que seguiré errando, así continuo mi camino, el que me acercará al conocimiento que ellas alcanzaron. Ellas, a las que admiro, respeto y envidio; su fuerza, su afán de superación, su inconformismo, su capacidad de lucha.
Ellas son cada una de las mujeres que me regalaron su tiempo y sus experiencias, con las que me emocioné y viajé a través de la historia reciente de Nicaragua.

Maestras, cooperativistas, campesinas, promotoras judiciales, miembros destacables de la comunidad... También fueron guerrilleras; tomaron las armas, lucharon por una vida más justa y lo consiguieron.

La vida les enseñó que las diferencias no van más allá de unos simples caracteres físicos, exigieron su espacio y esto las hizo libres.
Hoy saben que solo hay una diferencia entre lo que son y lo que fueron; el conocimiento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ellas son cada una de las mujeres que me regalaron su tiempo y sus experiencias, con las que me emocioné y viajé a través de la historia reciente de Nicaragua.

Gracias por ser una de ella, por enseñarnos y emocionarnos.

Anita dijo...

y vuelves a emocionarme chatita como solo tu puedes hacerlo que decir que te echo de menos que los dias no son tan buenos porque no los comparto con la electroduende y porque me pierdo tu risa y tu mirada picara... esa que tanto me gusta tqm

Anónimo dijo...

Qué decirte que ya no sepas o que ya no te haya dicho!
Creo que contigo se me han agotado todos los halagos, jajaja. Por algo será?
Sólo hay que echar un vistazo a tus escritos para comprobarlo.
Pienso que la palabra gracias a veces se queda corta y no es suficiente, como es el caso.
Bss